ENGLISH VERSION:
El Domingo por la mañana a eso de las 09.30 nos reunimos todos en la estación de trenes de Córdoba , familias , alumnado y los dos profes que vamos a viajar acompañando a los chic@s en esta última visita del proyecto Comenius Rainbow que se ha llevado a cabo en estos dos últimos cursos.
Como siempre nervios, caras de expectación, algunos no hemos dormido mucho , pero nos despedimos con una sonrisa y con la ilusión de terminar este proyecto con lo que será, no me cabe duda , un viaje inolvidable.
Llegamos a Madrid a eso de las 11.50 y cogemos el bus para el aeropuerto, donde nada más llegar facturamos el equipaje y , tras pasar el control de seguridad ( l@s alumn@s la mayoría por primera vez) tenemos tiempo libre en la zona de embarque para comer algo.
Luego, al avión( casi 4 horas), rumbo a Varsovia, a 2 hs. y algo de nuestro destino, Kurow.
Ya en Varsovia, nos esperan algunos alumnos polacos y un profesor , Slawek ( el profesor de educación física ) para llevarnos en bus hasta las familias de acogida, y a los profes , al hotel. Viajamos con los griegos, así que se nos hace menos pesado el viaje a Pulawy al hotel donde estaremos los profesores y luego a nuestros alumnos les queda unos 15-20 minutos más para llegar a Kurow donde les están esperando impacientes las familias de acogida. ¡A descansar!
5 students and two teachers will be travelling to the town of Kurow, in Poland, form the 7th to the 12th April.As it’s going to be our last visit of the Rainbow project I’m pretty sure it’s going to be the more emotional for all of as, students and teachers as well.
here is some info about the village of Kurow, not ver far from Warsaw, the Polish capital:
La mañana del cuarto día comenzó con un karaoke en el instituto anfitrión donde los/as alumnos/a de todos los países cantaron sus canciones preferidas en varios idiomas, predominando el inglés.También hubo bailes, entre ellos la Macarena (??)
Luego el almuerzo, a eso de las 12.00 ( costumbre europea) y luego tiempo libre, en el que nuestros alumnos asistieron a una clase en el instituto para comprobar las diferencias y semejanzas de ambos sistemas educativos: el español y el rumano.
A
A las 15.30 nos esperaban en el ayuntamiento de Mioveni. De la recepción se hizo cargo la Secretaria del ayuntamiento, pero al final apareció el señor alcalde con banda de honor y todo.
Tras la recepción oficial, nos fuimos a la Casa de Cultura ( como suena, en rumano) para presenciar diversos números de música, baile y teatro que los alumnos rumanos habían preparado para nosotros.
Finalmente, la cena de despedida, donde pudimos degustar
de nuevo la comida rumana y todo el mundo celebró el éxito de una nueva visita dentro del proyecto Comenius Rainbow. Profesores y alumnos bailamos y cantamos juntos. ( De nuevo…la Macarena)
Al final lágrimas y risas entremezcladas
¡Nos vemos en Polonia!
Bye , bye Mioveni
El segundo día nos dirigimos a Bucarest, la capital de Rumanía. Nuestros/as alumnos/as están radiantes, se lo están pasando muy bien,afianzando sus relaciones con las respectivas familias de acogida.
Hoy visitamos el Parlamento de Bucarest,antiguo palacio de Caucescu.
Luego tiempo libre por el centro de la ciudad para comer, hacer compras,etc.
La tarde siguió con la visita al Museo de los diferentes pueblos de Rumanía,al aire libre ( -5 grados y nevando )
Tras una jornada intensa, vuelta a Mioveni donde también nos espera la nieve.
Hoy nos levantamos con nieve y la mente despejada tras haber descansado
Es el día de las presentaciones.Los alumnos/as de los países participantes presentan a personas famosas de sus países de origen .Todo el mundo conoce a los deportistas y algunos actores pero los científicos y escritores don más difíciles.
El almuerzo es en el instituto con comida tradicional rumana y tiempo para establecer y afianzar vínculos entre todos los alumnos y profesores
Tras la comida el taller Steps in Europe en el que los alumnos en grupos eligieron las fotos que correspondían a cada país siempre utilizando el inglés para comunicarse y hacer un póster colaborativo
Por la tarde nuestros alumnos volvieron con sus familias y pasaron el resto del día con ellos
La cuarta visita se realizará el próximo mes de diciembre – del 9 al 14 – dentro del Proyecto Comenius Rainbow en el IES La Escribana
Información sobre Mioveni ( ciudad que se va a visitar, cerca de la capital Bucarest )
ENLACES DE INTERÉS:
Moneda en Rumanía ( conversos Euro-leu rom )
Solicitud Tarjeta Sanitaria Europea
Here is the link to the flickr photo album from this visit to Turkey. I’ll add more pics as soon as my students and my colleague send them to me.
Comenius Rainbow. Villaviciosa (España)- Izmit (Turquía)
Día 6: Corre que te pillo, otra etapa del camino
JOSÉ R. PEDRAZA. 28.9.2012. Viernes. El Comenius cubre una etapa más. La tercera meta volante estamos a punto de cruzarla, tras dos anteriores: Francia y Grecia. Hoy nos espera un día de Ph. Fogg. Enlaces, lazos, lances, pasos. Como nos corramos, nos echan el guante. Corre, corre, corre…
Diana. 6,30 h. Salida para Istanbul desde Izmit (8,30). Con sueño, sin nervios y mucha tristeza para los cincos jóvenes. Lagrimillas. Quedamos con las familias en que nos los acerquen. Menos mal que Osman, el director, y Melek K. nos apañaron a mitad de la cena los billetes del bus. Se perdieron la misma mitad de la noche en hacernos ese favor.
Las caras son larguillas, poco demostrativas. Emoción apagada, la cruz de la moneda. Nos despiden Hilal, Selvi, Abdulkadir. Yotro hombre-clave, junto a Selçuk, que también nos despide: Yamil, el padre de Seray. ¡Vaya desprendimiento, vaya entrega, vaya corazón! Su coche de 60.000 km, el bólido, terminó bollado. Esto tienen los intercambios. El que no cogió su coche, no lo averiguó (no lo destrozó). Pero las cosas salen por cuatro, aunque luego las generalidades hacen que los méritos se compartan. La educación, como los sistemas democráticos o las familias, funcionan a veces así. Las generalidades por lo general sirven para que todo funcione (dejamos los calificativos sobre el funcionamiento). En los demás intercambios no lo sabemos, pero en éste, que sepamos, hay tres o cuatro nombres propios. Punto (aunque ya lo he puesto antes de “punto” -aún así, siempre habría alguien que lo discuta-).
Fuimos muy previsores, pero menos mal. Desde la estación de autobuses de Izmit a Istanbul. De ésta, al metro. Algo de tortugueo por las dimensiones colosales de todos estos nodos comunicativos. Del metro, a Ataturk Airport. Colas para ahuyentar las fieras. Qué pavor. Se agiliza increíblemente, controles, cacheos, algún desodorante que termina en la basura, y para dentro. Aprovechamos para adelantar trabajo y que el reporterismo siga siendo otra seña de identidad escribana, aunque no se ponga mucho en los papeles oficiales como algo singular y nuestro. Se ha hace a destajo y por amor-al-arte (fuera de currículo).
Embarque (¡pero en un avión! -¿enavionarque?-), y despegue imperceptible en un avión que era una cascarria en comparación al de venida, el gran tubo, la aeronave. El que sabe no necesita mucho. (¡!). Al poco, las avellanas turcas (que en Córdoba decimos cordobesas), la comida (beef o chicken), el cafelito aguado con leche en polvo, los andaluces que vuelven para la tierra (Gibraleón, Huelva) y que nos ofrecen alguna galleta (no le hacemos el feo); y conforme reducimos longitud geográfica y atravesamos el meridiano de Greenwich, la nubosidad nos envuelve. Agobiante (aunque no mucho cuando uno ha visto en pantalla pocos kilómetros atrás, -53º C a 11277 m). La bendita lluvia olvidada nos da la bienvenida y nos remoja tras los calurosos días turcos. El otoño se hace sentir. Sin solución de continuidad, para adelante. Controles, autobús transmadrileño, atascos (no como los de allí), y Atocha, la puerta de salida. Tiempo para cierto relax. Los niños, de compras y expansión, y Paco y yo de guardamaletas dialogando de cosas educativas. Nos llegan los horarios nuevos por whatsapp. Debatimos. Nos conocemos algo más.
Bueno, se nos acaban los kilómetros. Camino de Córdoba en este AVE nocturno que nos encamina a nuestras casas nos asaltan muchas reflexiones, muchas satisfacciones. Nos espera la que más queremos, la familia. Cuando uno se aleja se da cuenta de muchas cosas: de lo pequeños que somos, de las necesidades que tenemos, de la importancia de cada faceta vital, de que queda todo por aprender. El viaje será para siempre parte de nosotros, y cuando nos lleguen momentos dubitativos, sinuosos, decaídos, experiencias como ésta nos servirán de elixir para hacernos más fuertes e inmunes, y sabremos que los caminos para andar creciendo son infinitos.
Comenius Rainbow. Villaviciosa (España)- Izmit (Turquía)
Día 5: Comenius holidays in Turkey
JOSÉ R. PEDRAZA. 27.9.2012. Jueves. Sin cambios meteorológicos. Todo bien en el hotel. Bien los chicos/as.
Hoy el día es extenso. Comenzamos algo suaves. Poco suave es el olor que nos abofetea y embadurna cada mañana a la salida a la calle. Pescado putrefacto de hecho. Qué fino; te cala. Aquí no les molesta. Anoche tomamos una caña en un bar del vecindario, y comía con fruición todo el mundo con la misma fragancia en todo su apogeo tras el tostón vespertino. Olores pseudomarinos. Hiede a peces muertos.
El fresco de la noche se endiabla tras las primeras luces de la mañana, y la peste no da tregua.
Una tartana amarilla (Mutshubishi indestructible de la Guerra Fría), en dirección contraria a Istanbul, nos recoge a la hora convenida. El reloj y el termómetro le funcionan (24º). Algunas suras del Corán y la bandera roja y blanca presiden el viaje y lo santifica. Destino: un lago, cual mar interior, que nos permitirá cambiar de registro. Sapanca Lake.
La naturaleza se muestra espléndida en este paraje. Echaremos la mañana brillante de pic-nic. Un parque, con equipamientos de mesas y juegos, embarcaderos en el lago, cañaverales, bosque de ribera, carrizos, anátidas, una estribación montañosa al sur, destellos en el agua que nos ciegan por las rajas que tienen los listones de madera que nos soportan en mitad de la lámina. Los chicos juegan a nuestra vera con un gatito. Todo es distendido, afable. “Deberíamos haber estado de sábado a sábado”; “Mi familia quiere que retrase el vuelo”. Cuentan que ayer Encarni hizo un concurso de té -hirviendo- (no quién lo hacía mejor, sino quien tomaba más). Ganó su padre de acogida. Ella se vino con la lengua hecha unos zorros. Los demás llegaron por la noche y se acostaron. Otro (José M.) estuvo de cháchara con la familia. Aquí, como nosotros en los pueblos, la acogida la tomamos como algo novedoso, y es buen momento para conocer al español, departir antes de la partida. El forastero es el centro de atención, y aquí the family es extensiva. Venga besos, abrazos, preguntas, miradas.
Llegó la hora de comer. Bocatas de salchichas achorizadas, tomate natural -un bolondro-, pimientos picantes,…Vaya mesa bonita en un parque adehesado con fresnedas, castañares (¡qué amargas que están!), pináceas. Recordamos nuestro día de expansión en el Camping de Puente Nuevo. Se come pronto aquí. 13,20 horas, una menos en Villaviciosa.
Foto de grupo. Recogida. Nos encaminamos a una fábrica de dulces, Pasmaniye. Nos enseñan el proceso industrial, cómo se juntan las masas de pistachos, harina, azúcares, cacao. Un obrador va abriendo las masas en forma de gran rosco que los confiteros entrelazan, para que la máquina abra la masa. La solución es una hiladura a modo de largas crines circulares que sirven de base para cortar y envolver, y vender. A comprar nos disponemos. Precios aceptables para delicias turcas, miniaturas confitadas de formas, colores y estructuras para nosotros poco convencionales. Todos cargamos cajitas. Este fin de semana las probaréis (las familias; los profes, el lunes).
Siguiente destino (15,30 h) un outlet (recorriendo estos diabólicos complejos consumistas, todavía no sé muy bien en qué consisten desde un punto de vista lógico racional). El autobús nos dejó en un lateral en el que no se veían las marcas. El aspecto era de un almacén de residuos nucleares. El primer escaparate nos tranquilizó (y a la vez me preocupó). Casi todos picamos, para eso se crearon: aparentar barato…Bueno, ahí está.
A la hora taurina, salida para el instituto. La faena sólo falta rematarla con un buen estoconazo: recital, actuaciones, discursos, cena de despedida.
Melek Kaya, que no pudo acompañarnos por algo así como un agotamiento complicado con un virus estomacal -esto trae también los intercambios,…y transfusiones sanguíneas, dolores de cabeza,…), nos recibe engalanada para la ocasión. Los teacher nos alegramos de que pueda estar al frente del intercambio en un momento como éste con todo lo que a ella le ha supuesto. Sólo Selçuk y poco más la han arropado en cumplir un programa tan complejo. Si no hubiese sido por éste, no sé lo que hubiésemos hecho hoy en el pic-nic, la dulcería,…Más apañao que las pesetas. Una llave inglesa.
El acto de despedida comenzó con todo el chavalerío arreglado, engominado, perfumado, bienvestido, con:
Espléndido, qué aprovechamiento de recursos, qué eficacia. Dos profesores sin mucho atrezzo (ninguno) dando el do de pecho y sacando para adelante con nota la semana y el fin de fiesta.
Carmona firma en un libro de honor (no podemos fotografiarlo por causas ajenas a esta empresa, y no podemos reproducirlo literalmente). Vino a transmitir que la semana ha sido fantástica, la gente increíble, el país muy interesante y que la organización fue perfecta. “Enhorabuena desde el fondo de nuestro corazón” (literal).
En el autobús, camino de la cena, charlamos del nivel de los alumnos, de lo que hemos visto. Paco Carmona, el comandante de esta expedición, sacará las conclusiones de esta travesía, una preciosa odisea.
La cena: ensalada, sopa de la tierra, plato de aperitivos y ternera con arroz y puré; flan casero. Y entre platos, baile turco. Qué disfrute. Especie de sardanas con sones turkish es la gloria. Brazos abiertos y chasqueando los dedos, puntera-tacón, flexión de piernas, y cursilería a raudales. Vaya desinhibición, vaya sudores, todo Comenius en círculo, la forma mediterránea, la unión de las orillas, el abrazo de los pueblos. Qué felicidad.
Y entre tanto, la recreación de una boda turca con los compañeros polacos, Norbert y Anya. Y luego una despedida de soltera. Ritual de velas, brasero sobre la cabeza de la novia, baile circular de las amigas. Otro espectáculo.
Y luego, otra vez, baile de todos como el mejor ballet del mundo. Había empatía y sintonía, y, ya, simetría. Mucha alegría.
Y llegaron los postres y la despedida. Esto era un mar de lágrimas, las mismas lágrimas en un mismo mar.